3. Teoría del Comportamiento (Armitage & Conner)
Armitage y Conner en el 2000 hablan acerca de
la intención, catalogándola como variable crucial para poner en marcha una
acción. En relación a esto existen otras teorías como, la teoría de acción
razonada y su extensión por Fishbein y Ajzen llamada la teoría de acción
planificada.
Lo que estas teorías dicen es que la intención por realizar alguna actividad o ejecutar un comportamiento, dependerá de cuáles son las actitudes externas sobre ese comportamiento, es decir las actitudes de otras personas en relación a dicha acción. Además, se tiene en cuenta la norma subjetiva, la cual trata acerca de lo que piensan los demás que debe hacer y cuál es la motivación para adaptarse a una expectativa.
En cuanto a la actitud dicen que esta se define dependiendo de los resultados obtenidos por la acción, es decir por los resultados esperados, por ejemplo, una persona que busca bajar de peso desarrolla la intención de hacer dieta, pero la continuidad de este comportamiento dependerá de si los resultados obtenidos son los deseados. Entonces, para que exista una conducta tiene que existir primero una intención, a la cual Armitage y Conner definen como la motivación necesaria para tener un comportamiento o conducta en particular, es decir que estos dos aspectos siempre estarán juntos, no puede existir un acto sin intención y viceversa.
Lo que estas teorías dicen es que la intención por realizar alguna actividad o ejecutar un comportamiento, dependerá de cuáles son las actitudes externas sobre ese comportamiento, es decir las actitudes de otras personas en relación a dicha acción. Además, se tiene en cuenta la norma subjetiva, la cual trata acerca de lo que piensan los demás que debe hacer y cuál es la motivación para adaptarse a una expectativa.
En cuanto a la actitud dicen que esta se define dependiendo de los resultados obtenidos por la acción, es decir por los resultados esperados, por ejemplo, una persona que busca bajar de peso desarrolla la intención de hacer dieta, pero la continuidad de este comportamiento dependerá de si los resultados obtenidos son los deseados. Entonces, para que exista una conducta tiene que existir primero una intención, a la cual Armitage y Conner definen como la motivación necesaria para tener un comportamiento o conducta en particular, es decir que estos dos aspectos siempre estarán juntos, no puede existir un acto sin intención y viceversa.
Por otro lado, estas
teorías son muy cuestionadas por pasar por alto la relación existente entre
actitud y conducta. Además, también existe un problema en la relación
intención-conducta. Un ejemplo de esto es el siguiente “se ha encontrado que la
actitud, la norma subjetiva y el control conductual percibido dan cuenta de una
media del 41% y del 48% de la varianza en la intención de consumir alcohol y
tabaco, respectivamente, mientras que la intención lo hace del 28% y del 10%
del consumo de estos productos” (McMillan y Conner, 2003). Lo que se evidencia
en el ejemplo es que la conducta, estadísticamente, es mucho mayor en
porcentaje que la intención y, que esta mayormente relacionada con la actitud,
concluyendo en que la actitud tiene mayor influencia al momento de que un
individuo ejecute un comportamiento, dejando a la intención como algo
complementario y parcialmente fuera de la relación actitud-comportamiento.
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